En Aumjoia siempre te cuento los beneficios del yoga, todos sus aspectos positivos y sorprendentes tipos que no dejan de surgir. Sin embargo, soy consciente de que existe otra cara. Me refiero a esas personas que lo prueban, incluso varias veces, y acaban afirmando: “no me gusta el yoga“.
Por supuesto, ¡le quiero dar la vuelta a esa situación! Así que, me planteo: ¿y si hay quienes no se acercan de la manera adecuada? Es posible cambiar ciertas cosas y ganar nuevos adeptos a esta práctica. ¿Quieres explorarlo conmigo?
5 problemas por los que no te gusta el yoga: ¡encuentra tu solución!
1) No conectas con la práctica. Encuentras el yoga muy lento, más exigente de lo que esperabas, demasiado centrado en las posturas o excesivamente espiritual, por poner algunas razones habituales para dejarlo.
Lo más probable es que el problema no sea el yoga, sino la variante que has probado. Como te he contado al hablar del yoga clásico, de otras escuelas habituales o incluso de novedades como el yin o el africano, estamos ante una disciplina versátil, con corrientes para todo tipo de personas. ¡Solo tienes que buscar, probar sin miedo y encontrar la que se ajuste a ti!
2) No entiendo qué es lo que tengo que hacer. En línea con lo anterior, hay casi tantas variedades como maestros de yoga. Por ello, igual que había asignaturas a las que cogiste manía por un profesor concreto, puede que no estés terminando de encajar con el yogui que dirige las sesiones.
Como al explorar las disciplinas, prueba en distintos grupos, talleres o centros hasta dar con la persona con la que te sientas a gusto: es decir, con ese maestro al que seguir y en el que confiar. Cada práctica será más sencilla, comprenderás sus indicaciones y serás capaz de plantear tus dudas.
3) No me convence el formato de las sesiones. Hay personas que no se sienten cómodas practicando yoga en grupo por temor o timidez. Sin embargo, también están quienes lo han intentado por su cuenta y no tienen con quién comparar sus avances o plantear inquietudes.
Por un lado, actualmente es sencillo seguir clases en casa, simplemente a través de una APP, de tutores a través de Internet o mediante instrucciones de libros especializados. Si necesitas soledad, ¡adelante!
Por el otro, puedes formar un grupo con personas interesadas en el tipo de yoga que te gusta o preguntar a un profesor para que te recomiende compañeros. Incluso, ¡puedes probar a practicar solo con otra persona! Las posibilidades hoy sin ilimitadas, así que busca la que te te resulte más cómoda y con la que más aprendas.
4) El espacio en que hago yoga no me transmite la calma necesaria. En ocasiones, las salas de los gimnasios o centros de la disciplina pueden resultar impersonales y no generar ese ambiente necesario para una práctica tan conectada con lo sensorial a muchos niveles.
Si sientes que el espacio te oprime, puedes optar por practicar en casa, en una habitación que te garantice la paz mental que buscas. De la misma forma, quizá el problema sean los espacios cerrados: prueba en un patio, terraza, parque o en la playa. En todos los casos, puedes proponer este tipo de sesiones a un profesor de yoga particular, siempre estará a disposición de echarte una mano.
5) Te esfuerzas demasiado para que te guste el yoga. Quizá no sea la modalidad que has elegido, ni el maestro yogui, los compañeros o el espacio. El problema puede ser tan simple como que estás gastando tanta energía en adentrarte en el yoga que es imposible que lo disfrutes o encuentres beneficios.
Modera las sesiones e incluso deja de practicar por un tiempo. Date un tiempo para pensar por qué quieres hacer yoga y qué te ha llevado a obsesionarte. La calma y tener una mente abierta son factores necesarios para esta disciplina. Descansa y tomatelo con calma.
Si te encuentras entre las personas que afirman “no me gusta el yoga”, espero que te hayas visto reflejado en alguno de estos problemas, ¡eso significa que encontrarás una solución! En esta ocasión, más que nunca, ponte en contacto conmigo y cuéntame qué piensas o tus dudas sobre el yoga.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
Martin
Hola. Me ocurre que no puedo desprenderme de la idea de que algo algo para mí como si yo fuera superior en algo. Siento que no me merezco esa clase de energía o vitalidad, estiramiento etc. No soporto la idea de brindarme eso.
Judith Tomàs
Hola Martin!
Pues te puedo decir que mereces eso y mucho más. Esto es como una rueda, si tu estas mejor, tu entorno está mejor y al final esa ola expansiva hace que el mundo esté mejor… Así que empieza por ti mismo!!!! MÍRALO COMO SI FUESE TU APORTE A LA HUMANIDAD!
Gracias por escribir.
Namasté