Los meses de invierno resultan agobiantes para muchas personas, especialmente las semanas de enero y febrero, cuando ha pasado la Navidad y se amontona el trabajo. Sin embargo, se puede alcanzar una gran calma mental si se sabe cómo encontrar el equilibrio.
¿Quieres saber cómo conseguirlo? En este post reunimos claves y rutinas con las que conseguir vivir en armonía durante este invierno. Te lo contamos.
Claves para un auténtico bienestar, ¡también en invierno!
La llamada cuesta enero o el temido Blue Monday hacen referencia a la resaca navideña: afrontar los gastos económicos, volver a la rutina, ausencia de días libres en el horizonte y demasiados días fríos por delante.
Disfrutar también de este periodo del año es posible. Para ello, no debemos dejarnos llevar por los caprichos o las recompensas a corto plazo, sino cuidarnos cada día con rutinas saludables que nos permitan reducir el ritmo y encontrar el equilibrio también en invierno.
Se trata de pequeños actos, que puede que al principio nos cuesten un poco de adoptar, pero que nos generarán un gran bienestar con el tiempo. El objetivo es dejar atrás el ruido, esa sensación de agobio por querer hacer todo de golpe olvidando la paz mental, y dar paso al silencio en nuestro día a día.
Para encontrar el equilibrio hay que tener clara una premisa: el verdadero bienestar significa hacer menos. ¿Qué quiere decir esto? Que vivir en el momento presente, la base del mindfulness, debe estar por encima de la productividad.
De la misma manera, la autenticidad es más importante que la eficiencia: todos tenemos que aprender a parar para saborear el momento y no dedicar todos nuestros esfuerzos a buscar una eficiencia que en realidad nos hace infelices.
5 rutinas para encontrar el equilibrio
Los pequeños actos diarios generan el camino hacia este objetivo de armonía. Pueden parecer cosas sencillas y cada persona tendrá rutinas más apropiadas por su forma de ser. Desde Aumjoia te proponemos 5:
1) Sal de casa a respirar y activar tu organismo. Lo ideal es hacerlo nada más despertar, antes de afrontar tu jornada, sin teléfonos, auriculares ni distracciones. Si puede ser en el campo, un parque o zona verde, ¡mejor!
2) Disfruta del calor. El frío invernal tiene su encanto y nos recuerda la suerte que tenemos al vivir en casas con buena temperatura y agua caliente. Toma conciencia del momento en que te duchas, pero también de cómo se calientan tus manos al fregar los platos o del contraste del frío al calorcito y el bienestar al llegar en casa.
3) Cocinar cada día. Dedicar tiempo y cariño a lo que se come es una forma de encontrar calma a diario. En invierno, cocinar sopas o guisos, que requieren de largos periodos de cocción, supone una satisfactoria pausa.
4) Encuentra el momento para ti, aunque no cuentes con mucho tiempo. A veces pensamos que dedicar solo 15 o 30 minutos a nuestra actividad favorita, como meditar, hacer yoga o leer, no merece la pena: ya lo haremos cuando tengamos más rato. Debemos hacer justo lo contrario y encontrar nuestro momento, aunque sea corto.
5) Toma tu Japa Mala y medita, haz un asana o, simplemente, respira. En esos momentos para ti, o cuando sientas un gran agobio, detente. Haz una pausa y dedica unos minutos a concentrarte en tu respiración, a hacer un asana o a meditar con la Japa Mala entre tus manos.
¿Qué te parecen estas pequeñas claves para encontrar el equilibrio? El invierno puede ser una época complicada, pero también es una estación para encontrar la calma interior y conocerse mejor. Reduce el ritmo y disfrútala.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
