¿Conoces los beneficios del agua del mar?

Ahora que ha pasado la mágica noche de San Juan, ¡nos adentramos de lleno en el verano! Eso significa disfrutar, aún más, de la playa. Bañarse en el mar tiene unos efectos relajantes y estimulantes evidentes, pero, ¿sabías que su agua está llena de propiedades? En este post, ¡explico los beneficios del agua del mar!

Antes de nada, un poco de historia…

El agua marina para uso medicinal tiene una larga tradición en China, ¡se remonta más de 4.000 años! En Europa, fue el científico francés René Quinton (1866-1925) quien la estudió y popularizó, explicando que sus enormes propiedades estaban relacionadas con su similitud con el plasma de la sangre.

En los últimos años, el Plasma de Quinton y el agua de mar embotellada han vuelto a aparecer en las tiendas. Si te interesan estos temas, ¡seguro que ya te has fijado!

En su caso, el biólogo y naturalista francés, recomendaba su ingesta para curar diversas enfermedades. Tanto Quinton como sus seguidores aseguran que si bebes agua de mar (actualmente, siempre embotellada y en las medidas correctas) lograrás:

• Corregir desórdenes gastrointestinales, ya que limpia el intestino grueso.
• Desintoxicar el organismo, pues es muy beneficiosa para el funcionamiento del hígado.
• Mejorar las defensas.
• Tener más energía.

Además, según Quinton, era ideal para los niños que sufrían desnutrición.

Beneficios del agua del mar al bañarnos, nadar y/o lavarnos con ella

En mi caso, prefiero centrarme en los beneficios del agua del mar más patentes y más sencillos de lograr: los que consigues cuando, por ejemplo, nadas en la playa.

De hecho, comenzaré por beneficios que obtienes antes incluso de entrar en contacto directo con el agua, pues su efecto comienza en la arena. Se trata de su efecto sobre la piel: la arena y el salitre presente es un excelente exfoliante natural. Si tienes cualquier problema en la planta de los pies (como verrugas plantares o durezas), el masaje de la arena los aliviará y aumentará la eficacia de su tratamiento.

El agua del mar continúa el efecto exfoliante en el conjunto de piel. Si tienes cualquier tipo de herida o infección, el efecto antibiótico del salitre y los minerales presentes en el agua ayudará a cicatrizar y a curar la piel afectada.

Por este motivo, el lavado o las friegas con agua marina están muy recomendados para las personas con problemas cutáneos como la psoriasis, la dermatitis o el acné. El agua ayudará a desprender las escamas, a rejuvenecer los tejidos y a sanar la piel.

El conjunto del sistema respiratorio también nota los efectos del agua del mar, incluso dando un simple paseo: ¿no sientes cómo respiras mejor cuando estás en la playa? Los orificios nasales y los pulmones se limpian de una manera natural, desprendiéndose de las toxinas y otros elementos externos gracias a la brisa y el agua marina.

De esta manera, el agua del mar es ideal para las personas con problemas respiratorios, como el asma, acatarradas o que sufren de alergias. De hecho, en esta época del año, el mayor favor que puedes hacer a un alérgico al polen es llevarlo a la playa, ¡pruébalo! 🙂

Otra manera de beneficiarse de las propiedades del agua del mar es a través de lavados nasales: el Jala Neti. Las llamadas teteras Neti o Lota son el instrumento para esta rutina de limpieza surgida del yoga, ¡seguro que las has visto alguna vez!

Realizados de manera correcta y constante, estos lavados tienen efectos muy beneficiosos en la respiración, reducen los ronquidos o la excesiva mucosidad, por ejemplo.

En relación con este último punto, cuando los oídos entran en contacto con el agua del mar, ¡también oyes mejor! ¿Por qué? Por la forma en que facilita la expulsión de la cera y contrarresta la formación de tapones.

¿Y a un nivel más general? El agua del mar mejora el riego sanguíneo y relaja los músculos. De esta manera, es ideal para recuperarse de lesiones y para disminuir los dolores causados por enfermedades reumáticas, como la artritis o la artrosis.

El magnesio presente en el agua marina también ayuda a eliminar la ansiedad, dejando un sentimiento de calma. Las olas, por su parte, generan iones negativos: con ellos, mejora el sistema sanguíneo y reduce el estrés.

Si todo esto lo sumas a los estímulos que recibe tu mente al hacer ejercicio en la playa, darte un buen chapuzón o ver una puesta de sol, ¡los beneficios del mar se multiplican! Por ello, se recomienda ir de manera frecuente al mar a las personas con migrañas, insomnio e, incluso, depresión.

¿Conclusión? ¡El mar y su agua son remedios que tenemos siempre a nuestra disposición! Si no tienes planes a la vista, ¿qué te parece ir a comprobarlo?

Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!