Hace algunas semanas escribí una introducción a la conciencia plena y su enorme potencial. Para que conozcas más sobre ello y veas cómo se puede practicar, en esta ocasión me quiero centrar en los beneficios del mindfulness cuando se aplica dentro de los propios hábitos diarios. ¿Te interesa? Me adentro en ello a continuación.
Tomar conciencia de los hábitos diarios para seguir creciendo
Los hábitos que incorporamos generalmente de forma inconsciente a nuestra rutina terminan por instalarse en nuestra vida diaria. Muchas veces, no nos planteamos si son buenos o malos, simplemente nos adaptamos a ellos porque es más sencillo organizar las jornadas mediante tareas o costumbres rutinarias.
Pero, ¿y si el mindfulness puede ayudarnos a transformar los hábitos diarios? Al tomar conciencia de lo que hacemos de manera rutinaria, podemos mantener lo que hacemos correctamente, cambiar lo que no es tan saludable y mejorar el día a día en todos los aspectos: alimentación, ejercicio, comportamiento con los demás o trabajo, por poner solo algunos.
Aplicar los beneficios del mindfulness a nuestra rutina comienza por algo tan sencillo como elaborar una lista: por un lado, las cosas que quieres dejar de hacer porque no las consideras positivas o te hacen perder mucho tiempo y, por otro, las actividades que te gustaría integrar.
Con aquellos hábitos que quieres introducir en tu vida, debes realizar una agenda semanal en la que encajarlos: ese espacio que dedicarás a meditar con tu Japa Mala, tiempo para practicar yoga, una tarde para ir a reflexionar en la naturaleza o media hora diaria para cocinar platos saludables.
La agenda que diseñes tiene que ser realista y adaptarse al tiempo del que realmente dispones. Además, lo ideal es que sean cosas que te motiven o que tengas claro sus beneficios, de manera que el objetivo sea realizable.
Una vez decidas seguir estos planes, apunta si lo cumples, las dificultades que encuentras y, también, los efectos positivos de estos cambios. ¿Sabías que al cabo de 21 días de repetir una actividad de forma rutinaria se convierte en un hábito? Cuando se logra, es más sencillo continuar realizándolo.
¿Cómo nos ayuda el mindfulness a llevar una rutina más positiva?
En un primer momento, realizando una agenda de forma consciente y tomando decisiones basadas en nuestras necesidades reales como persona. En un segundo paso, experimentando cada actividad que realizamos, sintiéndola, viviendo el presente y valorando todo lo que nos está aportando.
El tercer paso se produce cuando, por ejemplo, al ir a dormir, pensamos en todo lo que hemos hecho a lo largo del día y, después, empezamos a considerar nuestra agenda para la siguiente jornada. Al tener claros los pros y los contras de lo que hemos vivido, pero también lo que experimentaremos al despertar, somos capaces de organizarnos mejor y de conseguir hacer lo que queremos.
Tomar conciencia de nuestras rutinas nos permite modificarlas y vivir más próximos a la persona que queremos ser, así como hacer todo lo que queremos experimentar en nuestro día a día. Para lograrlo, nada como los beneficios del mindfulness. ¿Qué opinas? ¿Ya lo aplicas como un hábito más? Cuéntamelo.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
