La respiración es un ejercicio imprescindible para la vida, pero respirar correctamente es fundamental para nuestro bienestar. ¿Conoces la verdadera importancia de la respiración?
A través de este post, quiero compartir contigo los beneficios de la respiración, así como adentrarte en la fascinante práctica del Pranayama. Si te interesa, ¡sigue leyendo!
¿Cuáles son los beneficios de una correcta respiración?
Respirar es necesario para nuestro organismo por dos razones:
- Porque es la manera de llevar el oxígeno a cada célula y órgano del cuerpo. Una correcta respiración permite tanto el buen funcionamiento del cerebro como una frecuencia cardíaca más relajada.
- Porque es una de las formas de eliminación de las toxinas. Una mala respiración puede provocar un aumento de sustancias tóxicas en el organismo y dañar las funciones vitales.
De estas dos premisas, surgen toda una serie de beneficios para el cuerpo y la mente. Como hemos dicho, si respiras correctamente la frecuencia cardíaca es más baja, por lo que el corazón debe esforzarse menos: trabajará de manera más eficiente y será más resistente.
Esto, sumado al aumento de la capacidad pulmonar, provoca el desarrollo de una mayor resistencia física. El cuerpo recupera antes su ritmo normal tras practicar deporte y está más activo, por lo que te sientes mejor y con más disposición a hacer esfuerzos que antes podían parecer más complicados.
Saber respirar también incide directamente sobre el peso, pues al aumentar los niveles de oxígeno en sangre se ayuda a quemar los excesos de grasa. No solo eso, sino que las digestiones son más eficientes, pues todo el sistema digestivo funciona mejor.
A nivel mental, una respiración profunda y pausada aporta tranquilidad. Esto ayuda a eliminar tensiones, a combatir el estrés y permite un mayor control sobre las emociones. Además, como cuerpo y mente están más relajados, se duerme mejor. ¡Todo esto se retroalimenta con lo anterior!
Pero, ¿sabes cuáles son las claves para una correcta respiración? ¿Sabías que una de las prácticas básicas del yoga está centrada en este aspecto? Lo veremos en el siguiente epígrafe con una pequeña introducción al Pranayama.
Descubre el Pranayama, el control de la respiración
Pranayama significa control de la respiración o, en un sentido más amplio, de la energía vital. Hay muchas variantes, pero a modo general, es una parte del yoga que se basa en ejercicios de respiración a partir de la inspiración, espiración y retención del aire.
Las técnicas o tipos de ejercicios que se practican en el Pranayama son:
- Inspiración-espiración o puraka-rechaka: la entrada del aire en los pulmones debe realizarse de una manera suave, uniforme y consciente, dándonos cuenta de cómo los llenamos, aprovechando su verdadera capacidad. La salida del aire debe ser completa. Para relajarse, la espiración debe ser más larga que la inspiración, mientras que para activarse predominará el tiempo de puraka.
- Retención de la respiración con aire en los pulmones o antara kumbhaka: debe hacerse de forma natural y durante pocos segundos, sobre todo cuando se está aprendiendo. Se recomienda no llenar al máximo los pulmones en este caso.
- Retención de la respiración con los pulmones vacíos o bhaya kumbhaka: es para personas con un nivel avanzado en Pranayama. En los dos casos, ayudan a evitar la hiperventilación y están consideradas técnicas para activar la conciencia.
Los ritmos y etapas se combinan con distintas zonas de respiración: abdominal, torácica o completa, según los objetivos de cada caso. Además, en algunos ejercicios se respira por la boca, por ejemplo para liberar emociones.
Otro aspecto importante en Pranayama son los bândhas, que serían los cerrojos o llaves energéticas. Se refiere a las distintas posturas que, mediante la tensión o activación de ciertos músculos, potencian los ejercicios.
La práctica del Pranayama debe hacerse con un instructor o un yogui que lo domine, pues puede tener efectos negativos como la hiperventilación. No obstante, un pequeño ejercicio para adentrarse es tan sencillo como:
- Sentarse con la espalda recta o tumbarse, en caso de que no estemos habituados a controlar el abdomen.
- Realizar una inspiración contando 1, 2, 3 y 4, notando cómo se mueve el abdomen y se llenan los pulmones.
- Espirar muy despacio, sin pausa, doblando el tiempo: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8.
- Realizar repeticiones durante alrededor de 10 minutos.
Según se vaya controlando la práctica, se pueden introducir breves pausas (1 o 2 segundos) entre inspiración-respiración. Después de este ejercicio, nos notaremos mucho más calmados y, poco a poco, seremos más conscientes del uso de los pulmones.
Un beneficio directo del Pranayama es el aprendizaje de la manera correcta de respirar. De manera progresiva, comenzaremos a aprovechar mucho más los pulmones, lo que generará una mejor circulación sanguínea y una mayor cantidad de oxígeno en todo el organismo.
Además, con una buena rutina de respiración, lograremos una mejor concentración y nos resultará mucho más sencillo meditar, como hemos hablado en ocasiones anteriores. Por otro lado, es el final ideal de una sesión de asanas o una buena manera de iniciar el día.
Si te interesa respirar de manera correcta, te recomiendo adentrarte en el magnífico mundo del yoga y del Pranayama. Para ello, confía en un yogui o maestro, ¡pronto notarás los resultados!
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
