Parvati, la Diosa Madre de la fertilidad que equilibra el mundo (I)

Parvati es la Diosa Madre del hinduísmo y una de las divinidades más veneradas en Asia. Hablamos sobre su avatar Durga con anterioridad: en esta ocasión, queremos mostrarte a la Parvati más benevolente, diosa de la fertilidad, el amor, la belleza y, también, la fortaleza.

¿Quieres conocer mejor a Parvati, la gran diosa que, junto a Shiva, equilibra el mundo? Acompáñanos en los dos posts dedicados a ella.

Parvati, diosa de la fertilidad y del mundo natural

Si has leído nuestros contenidos anteriores sobre diosas o ya te habías adentrado en la mitología hindú, sabrás que ésta es muy compleja. La figura de Parvati es un buen ejemplo: recibe más de mil nombres en los textos sagrados y otras tantas manifestaciones o avatares.

En este post y en el próximo haremos un recorrido de introducción en su figura para que, después, puedas adentrarte por tu cuenta en los aspectos que más llamen tu atención.

La historia de Parvati bajo este nombre comienza en el llamado periodo épico de la India (entre mediados del primer milenio A.C. y el primer milenio D.C.), cuando aparece tanto en el Ramayana como el Mahabharata. Allí ya es la consorte de Shiva y la importancia de esta pareja se hace primordial a partir de los poemas épicos de Kalidasa (alrededor del siglo V) y en los Puranas (siglo XIII).

El nombre de la diosa explica en parte su origen. Por un lado, Parvata (पर्वत) es una de las denominaciones sánscritas de montaña. Por otro, Parvati responde a ser la hija del rey Himavan (también llamado Himavat o Parvat, personificación del Himalaya) y de Mainavati.

La traducción de Parvati podría ser “la de la montaña” o “hija de la montaña” y la divinidad responde, en origen, a un tipo de diosa relacionada con este aspecto de la naturaleza. De hecho, según los historiadores, su figura se formó a partir de diferentes divinidades de las montañas.

Parvati es la consorte de Shiva, el dios destructor del Universo. De hecho, se la considera una reencarnación de Sati, la primera mujer de Shiva cuyo mito te explicamos aquí. Además, es madre de grandes deidades como Ganesha y Kartikeya y forma la Tridevi con Laksmí y Sarasvati.

El papel de Parvati es fundamental para el equilibrio: representa la energía divina entre lo masculino y lo femenino. Ella es clave en el poder de Shiva, quien necesita de su fuerza para cumplir su función divina. Por ello, se la considera diosa de la fuerza creadora y es la diosa suprema del Shaktismo.

Como veremos al explicar el mito de Parvati y Shiva en el próximo post, la diosa simboliza el aspecto físico del universo, en conexión con la naturaleza de la que procede, mientras que el dios supone el aspecto espiritual o metafísico. Sin ellos dos, no se entiende la realidad y este pensamiento es clave en la religión hindú.

Por todo lo que hemos ido viendo, es diosa de la fertilidad, el amor, la belleza, la armonía o la devoción, así como de la fortaleza divina. Su poder y su fascinante historia junto a Shiva la convierten en una diosa presente en todo el sur y sudeste de Asia, tanto a nivel devocional como en las artes, en las más cultas y en las más populares.

Parvati es un símbolo de lo femenino y protagoniza diferentes festividades de la India, muchas de ellas exclusivas de las mujeres hindúes, como Teej o Gowri Habba. También es muy importante Navatri, una celebración en la que se adoran sus diferentes avatares a lo largo de nueve días.

¿Qué te ha parecido la Diosa Madre en esta primera introducción? En la segunda parte, explicaremos su mito y representación para dar paso a un mantra y una oración con la que invocar a Parvati. Esperamos que nos acompañes de nuevo.

Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!