La práctica del yoga está llena de beneficios, algunos de los cuales te he querido ir acercando en contenidos anteriores. En esta ocasión, me quiero centrar en lecciones que me ha enseñado el yoga, tanto para aplicar en la disciplina como a nivel vital. Si quieres conocerlas, sigue leyendo.
9 Lecciones que me ha enseñado el yoga
1) El yoga traspasa la propia práctica: según te adentras en este mundo, te vas dando cuenta de cómo vas aplicando las posturas, respiraciones y los movimientos a todas las facetas de la vida. Además, el yoga es una manera de actuar y de ser consciente de las cosas que hacemos.
2) La regularidad es clave: si quieres avanzar en la práctica del yoga y dominar ciertos asanas, debes ser constante. Una sesión semanal no es suficiente y en ocasiones es mejor rutinas más cortas pero diarias. Con el tiempo, notas cómo cada acción se conecta: la postura, la respiración, las cuentas se alinean y todo fluye. La regularidad permite desconectar… y conectar. Esto nos enseña que la constancia, no solo en el yoga, es una llave a todos los objetivos que nos planteamos.
3) Sé amable con tu cuerpo y contigo mismo: una de las lecciones más valiosas del yoga es aprender a escuchar a tu cuerpo. Gracias a esta enseñanza, te das cuenta de que debes tratarlo bien, apreciarlo y valorarte, también como persona.
4) Existen los límites: es importante saber hasta dónde puedes llegar en ciertas sesiones y no intentar posturas o movimientos que te pueden hacer daño. Escuchar a tu cuerpo y seguir sus indicaciones es un buen recordatorio de que en todas las facetas de la existencia hay límites que tenemos que respetar.
5) La estabilidad y la flexibilidad son necesarias para encontrar el equilibrio: según vas dominando ciertos aspectos del yoga, te das cuenta de la importancia de estas cualidades, algo que es totalmente aplicable a nuestra actitud vital.
6) Cada persona tiene un estilo propio y se encuentra en momentos distintos: como te hemos ido mostrando, hay casi tantos tipos de yoga como practicantes, así que debes encontrar el que mejor se adapte a ti. De la misma manera, debes comprender que las personas con las que realizas las sesiones pueden estar en momentos distintos del aprendizaje o tener inquietudes diferentes a las tuyas.
7) La relajación es necesaria a nivel físico y mental: al final de la práctica de yoga, dedicamos unos minutos al reposo y la reflexión. La propia sesión, supone un momento de recarga a todos los niveles. Debemos ser conscientes de los beneficios de la relajación y aplicarla para lograr un mayor bienestar.
8) Estamos conectados con todo lo que nos rodea: el yoga nos permite tomar conciencia de nuestra conexión con el mundo en que vivimos. Si no lo has experimentado, trata de hacer algunas sesiones al aire libre para facilitar esta sensación que cambiará tu perspectiva; puedes volver al post sobre mis sitios favoritos de Barcelona para meditar para inspirarte.
9) Llenan más las experiencias que lo material: quizá esta sea la mayor enseñanza que puedes lograr. Necesitamos mucho menos de lo que creemos para vivir felices y el yoga es un gran camino para comprobarlo; tan solo tienes que practicarlo para ver el bienestar que puedes alcanzar sin nada más.
¿Compartes estas lecciones que me ha enseñado el yoga? Quizá te gustaría añadir alguna o explicar tu experiencia. Si es así, no dudes y escríbeme, estaré encantada de compartir estas vivencias tan enriquecedoras.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
