En los últimos años, lentamente, un tipo de yoga ha ido ganando en gran popularidad hasta convertirse en el favorito de quien busca la calma, la reflexión y volver a conectar con su cuerpo. Se trata del yin yoga, una tendencia que apuesta por largos asanas y movimientos tranquilos, respetuosos.
Si lo has probado y quieres saber más, o si no tienes claro qué es el yin yoga, en este post hacemos una introducción a esta tendencia que no deja de crecer.
¿Qué es el yin yoga?
El yin yoga se considera una disciplina contemporánea, aunque tiene origen tanto en las escuelas yóguicas tradicionales como en el taoísmo y la medicina tradicional china. De esta última corriente toma el término yin, contrapuesto al yang y que representa la quietud, la absorción, la pasividad, lo femenino.
Importantes maestros yoguis hablan del yin yoga como una perspectiva más que como una serie de rutinas cerrada. En este sentido, se aplica el enfoque del yin a los asanas, la respiración o los mudras: prácticas más pasivas que activas, con poco impacto en los músculos, relajantes y dirigidas a nuestro interior.
El yin yoga es una práctica reconstituyente a todos los niveles: mental, físico y energético. Esta corriente está teniendo tanto éxito porque supone una auténtica pausa en un mundo frenético y se ha convertido en un efectivo remedio contra la ansiedad que nos invade.
Gracias a las posturas fijas y a la respiración consciente del yin yoga, la mente reconecta con el organismo y fluyen las emociones. Por su propio ritmo, este tipo de yoga permite que nos centremos más en sentir el cuerpo y que no se tenga que estar pensando en si hemos alineado bien los músculos o en el próximo movimiento.
En una sesión de yin yoga, los asanas se mantienen durante aproximadamente 5 minutos mientras se practica la respiración consciente o técnicas de pranayama. Por este motivo, en lo físico se incide en las articulaciones, tejidos conectivos y huesos, ya que se permite una mejor circulación del oxígeno, la sangre y el líquido sinovial.
De esta manera, el yin yoga es ideal para las personas que han sufrido alguna lesión articular u ósea, pero también para quien quiere mejorar su elasticidad y recuperar la flexibilidad que se pierde con los años, el exceso de ejercicio centrado en los músculos o la vida sedentaria.
El objetivo energético del yin yoga es permitir fluir el prana por todo el organismo, lo que incide tanto en el cuerpo, que se revitaliza, como en la mente. Este último punto explica su gran popularidad, pues aporta una nueva paz a través de la contemplación y aceptación del presente.
¿Y cómo es una sesión de yin yoga?
Como he ido explicando a lo largo del post, una sesión de yin yoga se basa en una serie no muy extensa de asanas realizados lentamente, fijando la posición alrededor de 5 minutos y con cambios muy fluidos, trabajando la flexibilidad y no la musculatura.
El objetivo es fluir, para lo que es recomendable cambiar la perspectiva de dominar los asanas o la alineación del cuerpo. En este sentido, es interesante el ejercicio que propone Regina Kerschbaumer, maestra en el Yoga Orchid Yinstitute, en el número de febrero de la revista OmYoga Magazine y que puedes leer aquí.
Si sigues el enlace, verás cómo adapta una serie de asanas siguiendo las formas del cisne, dando en ocasiones nuevos nombres a las posturas y defendiendo una mentalidad abierta, de persona que se inicia en el yoga al adentrarse en el yin.
La secuencia del cisne de Regina Kerschbaumer cuenta con 8 posturas:
- Mariposa entre 3-5 minutos
- Media mariposa entre 2-5 minutos
- Cisne erguido o postura de la paloma, entre 1-2 minutos
- Cisne dormido durante 2-5 minutos
- Cisne bebé durante 2-5 minutos
- Cisne en vuelo entre 2-5 minutos
- Perro boca abajo
- Oruga para finalizar, 3-5 minutos
Echa un vistazo a la rutina para comprobar cada asana, así como la recomendación de transiciones muy tranquilas, en las que pueden introducirse nuevas posturas puente que hagan toda la práctica aún más fluida.
Si buscas un tipo de yoga calmado, centrado en el yo interior, en la reflexión y en la flexibilidad sobre la fuerza, ¡has encontrado una tendencia ideal para ti! Ahora que ya sabes qué es el yin yoga, lánzate a probarlo: seguro que te sorprende la gran paz que transmite.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!