Cómo meditar con un mandala - Portada

Cómo meditar con un mandala: visualización y proceso creativo

Semanas atrás, dediqué un post a los mandalas: qué son, su origen y los beneficios que aporta a la meditación. Esta vez, quiero acercarte las claves sobre cómo meditar con un mandala, que ofrece tanto una posibilidad contemplativa como otra más creativa. Te lo cuento a continuación.

Meditar con un mandala a través de la visualización

Como te explicamos en este post, la visualización es una de las técnicas más habituales para meditar. Para lograr este objetivo, uno de los aliados con los que contamos son los mandalas.

El mandala es, precisamente, una herramienta de meditación para hinduistas y budistas. Pero, ¿cómo utilizarlo? El primer paso es elegir uno con el que conectes y puedas alinear tus objetivos. Fíjate en los colores, piensa en los chakras que quieres trabajar y la manera en que las formas captan tu atención.

Cómo meditar con un mandala - Diseño

Cuando tengas tu mandala, asigna una intención a tu meditación, aspirando a que todos los propósitos y elecciones estén alineados. Mira el mandala, observa su conjunto armónico y lánzate a explorar su estructura. Evita distracciones dejándote absorber por un diseño que guarda el infinito.

La meditación con mandala es intensa y pronto sentirás una gran relajación. Sus efectos son hipnóticos, de manera que la mente gana en claridad y nos permite conocernos mejor. Además, las formas y colores del mandala nos resultan placenteros, lo que ayuda a mantenerse concentrado. ¿A qué esperas para probarlo?

Cómo meditar con un mandala a través de su propia creación

La elaboración personal de tus mandalas es también una manera de meditar. El método más sencillo es buscar patrones ya creados y, simplemente, elegir los colores y pintar. Sin embargo, hacerlo desde cero es una experiencia más enriquecedora.

Cómo meditar con un mandala - Botones

Al igual que en el caso anterior, lo primero es fijar una intención para este ejercicio. Tras ello, elige los colores que vas a utilizar, para lo que es recomendable tener en cuanto sus relaciones con los chakras y energías. Recupera este post para tenerlas en mente. Otra opción es dejarse llevar por la intuición, aunque lo mejor es combinar ambas cosas.

Además de las pinturas de colores, ¿qué más necesitas? Lo ideal es tener a mano lápices, rotuladores y un compás para poder diseñar tanto el propio círculo como enmarcar el resto de trazos. Por otro lado, es recomendable tener referencias, pero que no coarten tu libertad creativa. Puedes fijarte también en las formas que crean ciertas plantas, otros elementos naturales o en diseños que encuentras en tu rutina pero en los que quizá no hayas reparado que también son mandalas.

Cómo meditar con un mandala - Planta

Cuando tengas todo, ¡lánzate a crear! No importa la calidad artística tanto como la concentración, la expresión de tu subconsciente y vivir plenamente el proceso. Sumergirte en la experiencia por sí misma supondrá una forma de meditar que te va a sorprender.

Cuando finalices tu propio mandala, observarás que te transmite una energía especial y te devolverá la intención con la que lo creaste. Por ello, resulta motivador que lo guardes en un lugar visible y que lo aproveches para meditar de la manera en que explicaba al comenzar.

Cómo meditar con un mandala - Decoraciones

Espero que con este post sepas un poco más sobre cómo meditar con un mandala. ¿Prefieres mirarlo o crearlo? Quizá, vivir una experiencia completa. Cuéntame si pruebas este tipo de meditación y pregúntame si te surge cualquier duda.

Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!

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