La pérdida de un ser querido es uno de los momentos más complicados que se afronta a lo largo de la vida. Sentirse perdido e incapaz de gestionar las emociones es algo normal. Por este motivo, la meditación para el duelo de un ser querido puede ser un gran ayuda. Te lo contamos a continuación.
La importancia del duelo tras la pérdida
El duelo es un proceso natural al perder a una persona a la que queremos. Para vivirlo y procesarlo de forma sana, primero se debe aceptar que somos vulnerables y no construir una coraza con la que enfrentarnos a lo que ocurre.
El dolor que se siente tras una pérdida se debe sentir e integrar en nuestras vidas. Este paso es clave para aceptar la realidad y aprender a convivir con lo que ha ocurrido. Si no se hace, puede que no se sienta nada, pero este dolor y ausencia de confrontación reaparecerá en un futuro causando nuevos sufrimientos.
Cada persona vive el duelo de una forma distinta. Lo habitual en todas las sociedades humanas es celebrar un ritual, que dependerá de las creencias de cada persona y de su comunidad, para luego darse el apoyo necesario entre todos.
Sin embargo, en la actualidad se ha perdido parte de la red que se generaba ante estas situaciones y las personas se pueden sentir solas ante un momento tan complicado. En todos los casos, la meditación para el duelo de un ser querido puede suponer una gran ayuda.
Meditación para el duelo de un ser querido: pasos
Si ya has practicado la meditación o conoces sus cualidades, seguro que ya sabes que es una forma de tomar consciencia de lo que nos ocurre por dentro y por fuera. Por ello, meditar también nos ayuda a aceptar el dolor de la pérdida, explorar qué sentimos y aceptar la realidad que vivimos.
Para meditar durante el duelo, el primer paso es crear una atmósfera confortable que sirva de apoyo. Para esto, también es una buena idea contar con la compañía de una persona que nos ofrezca su amor y amistad durante el proceso.
Como en otras sesiones de meditación, se debe comenzar por sentarse cómodamente y respirar: siente cómo entra y sale el aire de tu organismo. Concentrarse en la respiración sirve para preparar cuerpo y la mente para ser conscientes del momento presente.
Cuando comiencen a surgir todo tipo de emociones, toma tu mano y llévala al pecho. Siente tu corazón y acepta que eres una persona vulnerable, como todo ser humano: no debes juzgarte por ello.
Deja fluir los recuerdos y los sentimientos que asocias con el ser querido que has perdido. Siéntelos, sin prisa ni reprimir los aspectos más dolorosos. Poco a poco, se sucederán diversas emociones: dolor, enfado, amor, miedo, compasión… La madeja de sentimientos que te acompaña se desenredará poco a poco.
Algo habitual durante un duelo es el remordimiento de no haber dicho todo lo que se tiene dentro. Durante la meditación, es un buen momento para visualizar a la persona y mantener una conversación, lo que es muy útil para calmarse y transformar esa necesidad en algo positivo.
Durante toda la meditación para el duelo, mantén una respiración consciente deja que toda surja con ternura. Es importante permitirse ser bondadoso con uno mismo, con lo que ocurre alrededor y con las personas que han estado y están a tu lado.
En esta línea, no debería acabarse la sesión sin tener un espacio para los recuerdos felices que se guardan del ser querido. Para finalizar, intenta estar unos minutos respirando intensamente, en calma, con la mente en blanco. Esto te permitirá cerrar, poco a poco, la meditación y reincorporarte.
Meditación para el duelo de un ser querido: beneficios
La meditación permite vivir el duelo como debería hacerse: dejando que exista, sin ocultarlo y honrándolo. Al mismo tiempo, se honra la memoria del ser querido que se ha perdido. Por supuesto, meditar durante este proceso ayuda a sentirse más tranquilo y a gestionar mejor el torrente de emociones que surge cada día.
El duelo y el dolor que causa la pérdida de las personas a quienes queremos no son fáciles ni desaparecen con una sesión de meditación. Costará tiempo y habrá momentos más complicados, pero al meditar permites a cuerpo y mente seguir un camino natural.
Además de meditar, es importante escribir, cantar, gritar o bailar si sientes que debes hacerlo. Lo principal es mantenerse abierto a las emociones y aceptarlas, de manera que la pérdida se interiorice con los procesos y tiempos que cada persona necesita.
La meditación para el duelo de un ser querido puede ser una gran ayuda en un momento de gran dificultad. Por ello, espero que este post te sea de utilidad. Si te surgen dudas o quieres explicarnos tu experiencias, ponte en contacto con nosotros.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
