Seguro que al acercarte a la meditación y a las tradiciones espirituales asiáticas, has oído hablar del Tao: el camino. Representa el principio universal, el cambio, el todo y la nada. Vivir en armonía con el Tao es el principio del taoísmo y, para lograrlo, la meditación es uno de sus pilares.
¿Quieres saber más sobre la filosofía y la meditación taoísta? En este post realizamos una pequeña introducción en esta tradición milenaria de conocimiento. Si te interesa, sigue leyendo.
El taoísmo: más que una religión, una filosofía para vivir
La corriente religiosa y filosófica del taoísmo fue iniciada por Lao-Tse. Según la tradición, vivió en el siglo VI a.C., por lo que sería contemporáneo tanto de Confucio como de Buda, con quienes podría haber compartido conocimientos según sus seguidores.
Lao-Tse realizó numerosos viajes, entre ellos a India, y la influencia entre las distintas corrientes de sabiduría oriental fue una constante y recíproca. Sin embargo, el taoísmo defiende la ligereza del ser y enfatiza el poder de la nada sobre el todo, el cambio constante y la necesidad de vivir en armonía con el Tao.
Estas ideas no están reñidas con la búsqueda de la inmortalidad del taoísmo. El ser humano, como reflejo del propio Universo, existe gracias a un soplo primordial dividido en yin y yang. El Tao es el principio reconciliador: la fuente de ese soplo, el todo y la nada que lo une.
La forma de alimentar el soplo primordial y realizar el camino hacia la inmortalidad es, principalmente, vivir inspirándose en el Tao. El desapego, la calma y el equilibrio deben regir la existencia. El seguidor taoísta asume una posición meditativa ante la vida, relativizando las eventualidades y manteniendo la mente en armonía.
La importancia de la meditación taoísta
Vivir según el Tao, el camino, es fundamental para los seguidores del taoísmo. Sin embargo, tradicionalmente había una serie de prácticas para alimentar el soplo primordial: la alquimia, la magia o rituales basados en la oración y la meditación.
Todos ellos han tenido gran influencia en la medicina tradicional china, pero también en las artes marciales, de las que el taichí es el mejor ejemplo. De hecho, se trata de una gran puerta de entrada a la meditación taoísta.
La meditación es una de las principales prácticas del taoísmo y se considera anterior al budismo. La técnica más tradicional consistía en crear un mapa interior, donde se hallaban una serie de palacios en los que se encuentran los dioses. Meditando, se les visita y se les honra, pero además se conversa con ellos.
La meditación taoísta pone un gran énfasis en el control de la respiración. Bajo el nombre de respiración embrionaria, se alcanza una apnea cada vez más prolongada y se sigue esa idea del soplo que origina la vida.
Esta técnica no es la única, sino que hay tres grandes categorías de meditación taoísta: la percepción, la visualización y la concentración, con la respiración jugando un papel clave en todas. A través de las meditaciones, se busca abrazar el todo, alcanzar la armonía con el Tao.
Si tienes interés por técnicas concretas de meditación taoísta, en esta página encontrarás una completa guía en inglés, con ejemplos útiles para ponerlas en práctica. En ella podrás comprobar que la respiración o la oración son grandes herramientas para alcanzar la tranquilidad mental: la armonía con el mundo que nos rodea.
Espero que a través de este post hayas conocido un poco más la fascinante filosofía taoísta. Si te ha resultado tan interesante como a mí, quizá en próximas semanas podamos explorar más las técnicas de meditación taoísta. Mientras tanto, si tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!
