¿Sabías que las infusiones pueden ser grandes aliadas para tu práctica del yoga? Así es según nos enseñan los principios del ayurveda, la medicina tradicional de la India que busca el equilibrio en nuestro organismo para encontrar el bienestar.
Por este motivo, a continuación veremos qué tipo de tés e infusiones son los más indicados para antes, durante y después de la práctica del yoga, de manera que acompañes tu Japa Mala y esterilla de una buena taza.
¿Qué infusiones se recomiendan para practicar yoga?
Al comenzar el día y antes de tu rutina de yoga, una combinación de té verde, menta y un chorro de limón (o, mejor aún, lemon grass) ayuda a depurar tu organismo, pero también lo estimula. Además, como aporta una baja cantidad de cafeína, no alterará a las personas más sensible a esta sustancia.
La combinación icónica de especias que acompaña al té negro en el chai clásico, también es una buena opción que puedes tomar sin la cafeína de este elemento. La mezcla de canela, anís estrellado, pimienta negra, clavo, jengibre y cardamomo activa la circulación y los músculos a primera hora del día.
Durante la práctica del yoga, la bebida ayurvédica más indicada según esta medicina tradicional india es la infusión tulsi. Este nombre hace referencia a la albahaca morada (Ocimum tenuiflorum), considerada sagrada por el hinduismo y principal ingrediente de la infusión.
Tulsi, que puede llevar también manzanilla y hierbaluisa (puedes agregarlas a la mezcla si no están presentes en la que tengas disponible), es ideal para el yoga porque estimula la circulación y la musculatura, pero también por su poder relajante para alcanzar una gran concentración. Los practicantes del hinduismo creen que esta albahaca sagrada tiene, además, beneficios espirituales, por lo que completan la experiencia mística del yogui.
¿Y después del yoga? Es el momento de ayudar al cuerpo a eliminar toxinas, acompañando al propio sudor. Para este objetivo, el ayurveda pone un gran peso en la cúrcuma, un elemento que normalmente no utilizamos como infusión en Occidente y que debemos descubrir.
Para preparar una infusión de cúrcuma, lo más recomendable es contar con la raíz fresca y rallarla, aunque también puedes utilizar una cucharadita en polvo. Lo acompañaremos de jengibre, también fresco y rallado, y un par de granos de cardamomo que romperemos levemente.
Esta infusión no tiene secretos, basta con añadir cada ingrediente a agua a punto de hervir y dejar reposar aproximadamente 5 minutos sin aplicar más calor. Obtendremos una bebida depurativa, antioxidante y que culminará esa sensación tan mágica de bienestar tras una rutina de yoga.
¿Qué te parecen estas infusiones que siguen los principios del ayurveda? Si las pruebas, verás que son perfectas para el yoga, pero también para arrancar el día, despertar tu organismo o eliminar toxinas. A través del equilibrio que proporcionan a muchos niveles, ¡aportan un gran bienestar!
En verano, puede que no te apetezca de primeras este tipo de bebidas calientes. Sin embargo, las infusiones nos ayudan también a regular la temperatura corporal, pues estimulan la sudoración y nos mantienen hidratados. Si aún así, no te resulta agradable beberlas con altas temperaturas, muchas de ellas puedes dejarlas enfriar y tomarlas de forma que te resulten más refrescantes.
Como tu Japa Mala, las bolsitas de infusiones o tus mezclas preparadas te pueden acompañar allí donde vayas a practicar yoga, así que no las olvides: ¡son grandes aliados!
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!