Empezar a practicar yoga en este momento, cuando resulta complicado acudir a profesionales o centros especializados presencialmente y nuestra mente acusa los meses de pandemia, puede parecer complicado. Sin embargo, es una de las decisiones más acertadas que podrás tomar este inicio de año.
¿Quieres saber por qué y también la manera de adquirir este hábito? Te lo contamos en este nuevo post.
Una pausa para reflexionar, buscar la armonía y reconectar con el yo
La pandemia ha provocado que las personas necesitemos ser más humildes y prestemos mayor atención al mundo que nos rodea. Tenemos la oportunidad de aprender lo delicada y valiosa que es la vida, pero también a mirar más hacia nuestro interior.
Se puede percibir un cambio, sobre todo entre la gente más sensible y/o espiritual, que busca un mayor sentido en su forma de vivir. Nos cuidamos más, pensamos más en lo que comemos, compramos y hacemos cada día, así como su impacto en nuestro entorno.
La pausa o la especie de stand-by que vivimos nos permite preguntarnos más sobre quiénes somos y el tipo de persona que queremos ser. Necesitamos una mayor armonía y reconectar con nuestro yo más profundo: para lograrlo, el yoga es uno de los mayores aliados que pueden encontrarse.
¿Cómo empezar a practicar yoga y crear este hábito saludable?
El punto de partida es tener claro que estamos ante una práctica que nos va a ayudar a encontrar un mayor equilibrio físico y mental. A partir de ahí, trabajar una rutina que convierta el yoga en un hábito.
Para comprender mejor el poder de los hábitos, se puede establecer una anología con los Vāsanā (en sánscrito): las tendencias que crean nuestras acciones pasadas y que marcan las futuras. Todo lo que pensamos y hacemos nos moldea como personas y marca nuestro futuro, así como la sensación de plenitud.
Convertir la práctica del yoga en un hábito o Vāsanā ayuda a construir una vida más plena: nuestra mente encuentra armonía de forma más sencilla y se hace más resiliente. La musculatura, gracias a los asanas, también gana en fortaleza y elasticidad. El resultado es un sentimiento de mayor bienestar.
Si cumples con tres sencillas claves, será mucho más sencillo de lo que crees generar este nuevo hábito:
- Ten claro el propósito, aquello que te mueve y por lo que te apetece practicar yoga. Como decíamos al inicio, la búsqueda interior que ha facilitado el contexto actual, es una poderosa razón.
- Fija un horario y un tiempo cada día. Con realizar una sesión cada mañana, aunque sea de apenas 15-30 minutos, será suficiente. Pasado un abanico de entre 21-40 días, ¡el hábito estará establecido!
- Deja que fluya de manera natural. Es muy importante disfrutar de todo el proceso, tanto de la práctica en cada sesión como de la construcción del hábito y los cambios, mentales y físicos, que provoca.
En este último punto, también puede ser ayudar el aprendizaje: leer y buscar podcasts sobre yoga, pero también escribir un diario con tus propias reflexiones.
Si nunca has practicado yoga, puede resultarte más complicado empezar a practicarlo ahora. Sin embargo, en Internet encontrarás muchísima información, que también te dirigirá a las obras de referencia, aplicaciones con sesiones dirigidas e incluso yoguis que dan clases online.
El sector, de hecho, también se ha reconvertido durante los últimos meses y cada vez es más sencillo encontrar maestros que te guiarán a través de Internet, en remoto pero de una forma muy próxima.
Además, si necesitas cualquier accesorio de yoga para practicar en casa, tampoco es problema. En aumjoia encontrarás los mats, zafus, zabutones y almohadillas, entre otros productos, que te ayudarán en tu camino a este gran hábito, más necesario que nunca. Sigue el enlace para verlos.
Si estás empezando ahora a practicar yoga o te has planteado hacerlo próximamente, cuéntanos tu experiencia y comparte tus dudas con nosotros.
Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
aum!
