respiración diafragma

¿Qué es la respiración diafragmática y cómo puede ayudarte?

No se puede empezar la casa por el tejado. Por ello, para entender qué es la respiración diafragmática primero hay que saber qué es el diafragma en sí. Cuando hablamos del diafragma nos estamos refiriendo a un músculo grande con forma de cúpula que está ubicado en la base de los pulmones. Por tanto, los músculos del abdomen ayudan a mover el diafragma ayudando a los pulmones a vaciarse durante la respiración.

En consecuencia, cuando hablamos de respiración diafragmática estamos hablando de una técnica o tipo de respiración basado en el propio diafragma. El objetivo de esta práctica simplemente consiste en llevar una mayor cantidad de oxígeno a los pulmones en su parte baja. Esta zona es la que dispone de una mayor capacidad de absorber y asimilar oxígeno, por lo que este tipo de respiración es ideal para conseguir una mayor ventilación así como un mayor enriquecimiento de la sangre. De forma adicional, los expertos afirman que se trata de una técnica que aporta una gran capacidad para limpiar los pulmones durante la exhalación.

¿Para qué sirve la respiración diafragmática?

La respiración diafragmática tiene una serie de beneficios que afectan a todo el cuerpo. Y es que, es la base de casi todas las técnicas de meditación o relajación, ya que puede reducir los niveles de estrés, la presión arterial, e incluso, de ella depende la regulación de diversos procesos del cuerpo importantes.

En otras palabras, la relevancia de una buena práctica de respiración diafragmática derivará en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que este tipo de respiración está directamente ligado con la salud.

Beneficios de la respiración diafragmática

Entre los principales beneficios que aporta a nuestro cuerpo este tipo de respiración, encontramos las siguientes ventajas:

Corregir la acidificación de la sangre

Como la respiración con el diafragma es una práctica que el individuo realiza de manera consciente y adrede, te permite pausar la frecuencia respiratoria, evitando así la taquipnea o la hiperventilación subclínica propia de los estados de ansiedad o estrés. Entonces, con la respiración abdominal estamos evitando que la sangre se acidifique por exceso de oxígeno en relación con el CO2. En definitiva, te ayuda a evitar mareos, ataques de nervios en diversas situaciones y síndromes neurológicos que pueden generar problemas mayores. Cuando decidimos aprender a respirar con el diafragma estamos devolviendo a nuestra sangre los niveles básicos de CO2 y estamos alejando la sensación de ansiedad.

Estirar la columna

La práctica de este tipo de respiración te permite extender las vértebras, porque en el proceso de expulsar el aire almacenado, el diafragma asciende empujando los pulmones y la propia espalda. Para que este movimiento nos de mayores beneficios podemos acompañar la respiración intensificando el movimiento de nuestros hombros y dorsales. Con este extra estaremos estirando las vértebras ayudándolas a separarse, por lo que frenaremos la aparición de agarrotamientos de los discos.

Establecer el ritmo respiratorio

La respiración diafragmática nos enseña a respirar con mayor lentitud, lo que se refleja en un estado de mayor relajación corporal porque tú como individuo tomas consciencia de los movimientos respiratorios que estás realizando. De este modo, estarás centrando toda tu atención en esta práctica respiratoria y conseguirás mantener a un lado cualquier tipo de problema o preocupación que puedan generarte estrés o ansiedad.

Mantener la elasticidad pulmonar

Hasta los cuarenta años, aproximadamente, en cada respiración se consigue como máximo seis litros de aire de capacidad pulmonar. A partir de los sesenta, esa capacidad empieza a disminuir hasta un 30% menos que cuando tenemos treinta años. La principal raíz de este problema es la falta de entrenamiento de los pulmones. Por tanto, con la respiración diafragmática entrenamos a nuestros pulmones para que mantengan su elasticidad y tonificación.

Consejos para la respiración diafragmática

El primer consejo es crear una rutina que te obligue a practicar este tipo de respiración de manera diaria. Para ello es recomendable hacer los ejercicios en un lugar tranquilo. Haz de tener en cuenta que no es algo que se consiga de un día a otro, sino que necesitarás practicar de forma diaria para conseguir los resultados esperados. Una de las mejores formas para conseguirlo es centrándose en los sonidos y en el propio ritmo de tu respiración sin distraerte con cualquier sonido ajeno.

 

Respira, enfoca, medita, sé. ॐ

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