Las meditaciones en otoño son una gran ayuda para desprendernos de cargas y prepararnos para un nuevo crecimiento, algo tan básico como soltar para crecer.
En aumprana queremos compartir contigo esta visión del otoño y dos sencillas rutinas para meditar en esta estación que está a punto de empezar.
El otoño: un periodo de cambio que nos ayuda a crecer
Entre septiembre y diciembre, contemplamos inmensos cambios en la naturaleza. Animales y plantas se preparan para hibernar mientras nuestro entorno se tiñe de una gran variedad de tonos amarillos y marrones. Las hojas de las que se desprenden los árboles enriquecen el suelo, proporcionando energías renovadas para los siguientes meses.
La atmósfera otoñal nos puede dar un gran ejemplo si sabemos conectar con ella. Por un lado, ¿qué necesitamos dejar atrás para poder crecer más adelante? Por otro, es un momento en el que encontrar el equilibrio personal y volver a establecer prioridades.
Para comprender mejor los propósitos de las meditaciones de otoño, hay que tener en cuenta las principales enseñanzas de la naturaleza en este periodo:
- El otoño nos muestra, como ninguna otra estación, la relación intrínseca entre el cierre de un ciclo y el inicio de otro.
- El otoño nos recuerda que nada es permanente, que la vida es cambio constante.
Los periodos de transición son ideales para fijar nuestros objetivos. Debemos estar dispuestos a dejar marchar algunas cosas, como hacen los árboles, y prepararnos para crecer con nuevas y reforzadas intenciones. Para encontrar el equilibrio y lograrlo, la meditación vuelve a ser una gran aliada.
2 meditaciones de otoño para afrontar el cambio y un nuevo comienzo
Las dos meditaciones de otoño que compartimos contigo a continuación tienen el objetivo de conectar con el presente en un momento de cambio, ayudando a construir un sentimiento de gratitud y abundancia. Al mismo tiempo, buscan abrirnos a la transformación, a dejar marchar y a abrir el corazón a nuevas posibilidades.
Una meditación de otoño sencilla para el hogar
- Siéntate con la espalda recta, cómodamente, y cierra los ojos.
- Céntrate en tu respiración, inhalando de forma intensa y exhalando muy despacio.
- Concéntrate en el periodo de tiempo entre la inhalación y la exhalación, así como en el momento en que se inicia una nueva respiración. Haz pequeñas pausas en ambos.
- Piensa en una palabra que represente algo que quieras alcanzar este otoño o que tenga más presencia en tu vida.
- Elige una palabra que represente algo de lo que quieres desprenderte o transformar en algo positivo.
- Al inhalar, di mentalmente la primera palabra que has elegido; al exhalar, la que quieras dejar atrás.
Repite este ejercicio durante un buen rato. Con cada respiración, empezarás a ver que tienes la oportunidad de desprenderte de algo al mismo tiempo que puedes comenzar nuevos caminos sin antiguas cargas. De esta manera, te preparas para empezar otra vez, como un renacimiento.
Una meditación exterior para conectar con la naturaleza
- En un jardín o parque tranquilo, encuentra un árbol grande que esté dejando caer sus hojas.
- Siéntate apoyando tu espalda en su tronco y piensa en el proceso que está viviendo la naturaleza.
- Reflexiona sobre un aspecto de tu vida que quieres cambiar o algo que ya no necesitas.
- Respira el aire otoñal y siente cómo entra en tus pulmones, limpiando todo cuerpo. Visualiza el oxígeno como la sabiduría de la naturaleza.
- Conecta con la estación y piensa en ese aspecto concreto mientras sientes cómo caen las hojas a tu alrededor.
Igual que el árbol se desprende de sus hojas sin necesidad de duelo y simplemente se prepara para el invierno antes de volver a crecer más vigoroso que antes, siente la calma que proporciona el liberarse de viejas cargas. Prepárate para seguir desarrollándote como persona.
¿Qué te parecen estas dos meditaciones de otoño? Si las practicas, cuéntanos tu experiencia: esperamos que sean de gran utilidad.
Respira, Enfoca, Medita… Sé.
Hasta la próxima.
Aum!