Beneficios del yoga para tu forma física

A lo largo de las últimas semanas, te he hablado en diversas ocasiones de lo enriquecedores que son el yoga y la meditación para tu mente. Sin embargo, quizá no conozcas tanto los enormes beneficios del yoga para mejorar la fuerza y la forma física. A este aspecto, ¡dedico el post de hoy!

El yoga mejora tu flexibilidad, tono muscular y tu postura corporal

Quiero empezar por algo que quizá sea obvio, pero es que es uno de los beneficios físicos que más se notan al practicar yoga: la mejora de la flexibilidad. El cuerpo se empieza a soltar, desaparecen dolores causados por tensiones posturales y, de repente, comienzas a llegar a lugares que no pensabas que alcanzarías.

Lo anterior va unido a un aumento continuado de la fortaleza muscular. Esto ayuda a prevenir la artritis o los dolores de espalda, pero además, la combinación flexibilidad-fuerza (¡en un equilibrio perfecto!) ayuda a alcanzar una mejor postura en la vida diaria.

Según incorpores la práctica del yoga a tu rutina, caminarás más erguido y te sentarás más recto, dos de los impactos más directos en la postura. De esta manera, se reducirán la fatiga y los dolores asociados a los malos hábitos posturales: cuello, rodillas o problemas en la columna.

¡Tus articulaciones y huesos lo notarán!

Cada vez que realizas posturas de yoga de forma óptima, estás haciendo trabajar las articulaciones y provocando que se muevan todo lo que pueden. Esto tiene un efecto directo sobre el cartílago que las une, pues hace que el líquido sinovial fluya, evitando su sequedad y anquilosamiento.

De una manera similar, los discos de la columna vertebral reciben sus nutrientes a través del movimiento. Gracias a las posturas del yoga, estos discos se mantienen flexibles y se evitan las temidas hernias o lesiones relacionadas.

Pero, ¿crees que queda ahí la cosa? Los huesos también se fortalecen a través de las rutinas de yoga y pueden ganar en densidad. Así, se combate la osteoporosis y se ayuda a mantener los niveles de calcio adecuados.

Beneficios del yoga para el corazón, el sistema circulatorio y respiratorio

El yoga provoca una mayor y mejor circulación de la sangre. Esto se traduce en la oxigenación del organismo, con un aumento de los niveles de hemoglobina y de glóbulos rojos. Como resultado, se reducen los coágulos sanguíneos y, en consecuencias, las posibilidades de sufrir un infarto.

El ritmo cardíaco también mejora: primero, porque se alcanzan niveles similares a los del ejercicio aeróbico. A largo plazo, el yoga es capaz de disminuir la frecuencia cardíaca, aumentar su resistencia y optimizar el uso de oxígeno al practicar deporte.

Relacionado con esto, diversos estudios han mostrado que esta práctica permite la utilización del total de la capacidad pulmonar, así como una mejor respiración por la nariz.

Pero, ¿quieres saber también efectos visibles directos del yoga? Una buena rutina consigue pérdidas de peso efectivas, que se ven acompañadas de la tonificación de brazos, piernas, abdominales, glúteos y espalda.

Además, estos resultados se logran sin el impacto o desgaste que pueden tener sesiones específicas de gimnasio, sino de una manera más amable y holística. Por si fuera poco, ¡lo puedes hacer con total tranquilidad en cualquier parte!

En este post he querido acercarte algunos beneficios del yoga para la forma física, pero no son los únicos, ¡así que puede que haya segunda parte! Tampoco pueden olvidarse los impactos sobre la mente, la tranquilidad que proporciona y la armonía que se consigue. ¡De todo ello te hablaré en otra ocasión!

Respira, Enfoca, Medita, Siente.
Hasta la próxima.
Aum!