La meditación es una práctica que comúnmente se usa para el relajamiento y la reducción del estrés. La mayoría de la población practica la meditación porque durante el tiempo invertido en ella concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente de manera negativa y generándote estrés. Por tanto, meditar es un proceso que equilibra el bienestar físico y emocional.
Cuando meditamos estamos mejorando el sueño, reducimos la presión sanguínea y la tensión muscular, al mismo tiempo que entrenamos la concentración de nuestro cerebro. Al fin y al cabo, una mente más feliz y relajada frena el envejecimiento mental y nos hace más felices, pero no siempre es fácil meditar, ya que en determinadas ocasiones puede frustrarnos el hecho de no conseguir meditar en plenitud.
¿Qué hacer si te cuesta meditar?
La meditación está muy extendida en la sociedad, pero requiere de cierto entrenamiento para conseguir obtener el máximo beneficio en cada práctica. No obstante, no es una tarea fácil, pero con estos trucos cualquier persona puede iniciarse en esta técnica para empezar a construir una nueva energía interna que le llenará de beneficios físicos y psíquicos.
Lugar tranquilo
Es imprescindible buscar un lugar tranquilo donde meditar. No puede haber ningún tipo de ruido que pueda distraernos o molestarnos durante el rato que estamos meditando. Cualquier factor ajeno que impida nuestra concentración debe estar lejos, porque si no no estaremos aprovechando la meditación. El dormitorio o el parque son dos de las opciones más deseadas por los amantes de la meditación.
Controlar la respiración
Es necesario llevar una respiración controlada para una relajación completa. Es muy importante concentrarse en la respiración y dirigir la atención del flujo de aire que entra y sale por la nariz mientras inhalamos y exhalamos. De una buena respiración depende la correcta oxigenación del cerebro.
Una postura cómoda
Podemos estar sentados o incluso tumbados, pero siempre hay que tener la espalda recta, sin ningún tipo de tensiones para que el cuerpo esté lo más relajado posible. En especial, los hombros y los brazos deben estar relajados para poder conseguir los beneficios óptimos deseados.
Empezar poco a poco
No hay que tener prisa. La meditación es una práctica progresiva, por lo que al principio no tienes que obsesionarse con dedicar mucho tiempo en la meditación. Al ser la primera vez o tener problemas para concentrarte, lo ideal es ir aumentando el tiempo a medida que nos vamos introduciendo en la práctica. Se puede comenzar con tan solo dos o tres minutos e ir subiendo de manera gradual cada día. Lo ideal es dedicarle unos quince o veinte minutos diarios.
Es necesario que le dediques un momento del día para ir familiarizándote con esta práctica para empezar a estar más relajados y concentrados. Si te cuesta meditar es recomendable intentarlo antes de dormir, porque también permite mejorar la calidad del sueño; o por la mañana para empezar el día con energía.
Alejar los pensamientos negativos
Mientras meditamos los pensamientos negativos suelen ser los que nos distraen y nos impiden concentrarnos. Por ello, es importante aceptarlos, porque eliminarnos no es posible, no debes juzgarlos y tienes que centrarte en la respiración, en los puntos de apoyo del cuerpo. Puedes apoyarte del sonido de la naturaleza, de un paisaje tranquilo o de música relajante.
Medita con un japa mala
En la meditación, los malas son guirnaldas de meditación y cada una de sus perlas corresponde a una repetición de un mantra. Al igual que el rosario cristiano se utiliza para recitar oraciones, la japa mala se utiliza para repetir mantras, esas frases o palabras que producen una vibración y que, repetidos, calman la mente y pueden llevarnos a un estado de conciencia superior.
Si te cuesta meditar, utilizar una japa mala te permite ir más allá de la meditación, alcanzar una conexión espiritual y controlar las repeticiones completas que haces en tu mantra. Se recomienda utilizar la japa mala cuando por factores ajenos no conseguimos concentrarnos en la meditación.
Meditar es una tarea más sencilla de lo que crees, solo necesitas estar concentrado, pero si no lo estás puedes apoyarte en la japa mala porque te ayudará a fijar tu atención de manera rápida y eficaz.
Respira, enfoca, medita, sé. ॐ